martes, 24 de septiembre de 2013

¿Del paraíso a la resina? ¡Chaa Naan!

Sirenas de policía, calor, aburrimiento...no me gustaba, pero era la triste realidad...había vuelto a Madrid!
Era una tragedia, pero no obstante tampoco podía recurrir al suicidio, eso supondría perderme el siguiente viaje que teníamos planeado, hacia un sitio que nos resultaba familiar, que nos enamoró por la roca, el ambiente y sus pozas de cristalino monóxido de dihidrógeno, o agua, como lo queráis llamar.
Así que con la emoción y el equipaje por delante, partimos Octavio y yo a eso de las 6 de la mañana, en dirección a la familiar escuela oscense de Rodellar. Ahí nos esperaban cordialmente Sergio y Ramiro (el puto amo), para hacer la compra y dirigirse hacia el Camping El Puente, que sería el lugar elegido para dormitar y poder refugiarse durante esta nuestra estancia.
The 'Original' Apetron Team

Los siguientes 5 días fueron...bueno, para que engañarnos, bastante penosos..
Un día de escalada de arrastre completo y el resto, no se porque pero fue así, no tenía ganas de escalar!!! Veía la super cuesta del Camping y me moría de pereza. Y por si fuera poco, Sergio y Octavio estaban con dos chicas francesas que conocieron cuando yo no estaba..y decidí (a pesar de quedar como auténtico sujeta-velas) esperar a que se fuesen y ponerme a su ritmo.
Fueron días de poza y hacer el vago...incluso un día, hicimos boulder, en RODELLAR......nos dábamos asco a nosotros mismos, pero gracias a dios empezó la escalada, aunque no precisamente ligada a los encadenes.
En estos días frecuentamos sectores como Las Ventanas y la Gran Bóveda, con repentinas visitas al resto de sectores de la zona, donde me dejé algunas vías bien matizadas y que confío fulmine a mi regreso.
En estos fatídicos días conseguí encadenar no mucho, pero si algunas buenas como Nanuk (7c durillo jajaja, se me resistió bastante!), La amistad (7c+ fácil pero serlo es, al menos en mi opinión), el proyecto de Ramiro jajaja yo creo que es el 7a que más me ha costado sacar!!!
Y muchas otras vías que me dejé a puntito, pero por falta de tiempo y conti, no pude llegar a completar.
Pero el no encadene no quitaría el factor diversión...estábamos en Rodellar, el lugar donde todo es posible, y a parte de la escalada hubo grandes momentos (como siempre), grandes encadenes (aunque no muy numerosos) y grandes fiestas que recordaré hasta que mi memoria repleta de letras de canciones y movimientos de vías estalle de una vez por todas!
Acompañados por Braulio o BurguerMaister (como diría Ramiro), las fiestas fueron algo reseñable, desde luego, aunque no daré detalles de el porqué, por si estos escritos llegan a ojo de mis padres!!!
De izquierda a derecha: Ambar, Sergio, Yo, Jade y Octavio
El apetrón team con sus respectivos disfraces!



Pasamos por el Kalandraka y nos encontramos con 6 megahamburguesas!!!
Y volví a reencontrarme con gran parte de los amigos del mes de Julio, tales sean como Vieri, Pollo, Blin, Citro, la gente del Kalandraka (Doke, Jorge, Javi, Ernesto, Guille, Francesca, Liber y muchos más), gente del Camping como Natalia, Omar, Inés, Jonas, Luis, Alberto, Martin (o Chris jajaja)...y bueno, muuchos más... demasiados para ser nombrados en una sola entrada.

Jorge gustándose mucho con la regleta de la "Kings of Metal"

Pablo Scorza en su  'funcional' reposo de la "Spirit Rebeld"

A la siguiente visita la revientas máquina!
Aquí el gran Doke, con todo su poderío..

Ambiente normal del sector Las Ventanas del Mascún..
Las andanzas de Vieri...nos vemos por Cuenca Bicho!!!



Pero lamentablemente todo lo bueno tiene un final, y ya ni te digo si lo tiene todo lo perfecto..pero no lo dejaba atrás para siempre, el siguiente verano habrá más y mejor no, porque es imposible...pero es lo que tiene, hay que avanzar aunque el pasado nos guste más, o incluso increíblemente más.
Pero en cada viaje aprendo algo nuevo, ya sea que no tengo que cabrearme y tirar los pies de gato con desprecia, no frustrarme cuando no me entre la rodilla en un empotre o cuando no encadene porqué listo de mi dejase la rodillera en el pie de vía...
Vieri en el lance de la dura, "Vía del Kim"

Doke paseando por la famosa "Monserrat"

Sergio regulando magnesio desde el empotre..

Fluyendo por las tufas de la "Kings of Metal"

Cargando A MUERTE a por la chorrera en la misma vía!
No somos los únicos escaladores de Rodellar..


Se que había que dejarlo atrás, pero seguía en mi cabeza, cada mañana que el sonido del ascensor me despertaba me daba cuenta de que no estaba ahí, en aquél paraíso terrenal, y cada vez que me veía acorralado entre la resina del rocódromo, me daba cuenta de que no estaba sintiendo como bajaba el pete entre chorreras...la realidad nunca fue tan aplastantemente retorcida, volví a recordar lo que era el instituto (empeorado a cada día que pasa por el grandilocuente ministro Wert, pero ese es otro asunto), la sensación de agobio entre semáforos, la incapacidad de hacer comprender a los niños del instituto que la escalada no es subir montañas ni hacer el gilipollas en un par de rocas, si no poder aislarse por un instante de todas las cosas malas, y sentir la libertad de la malvada gravedad, mientras solo piensas: "Venga, aciértale a la maldita regleta"...pero en fin, donde va a parar, resulta mucho más gratificante dar patadas a los balones.
Los días restantes hasta que decidí de una vez redactar esta entrada, los pasé visitando el recién abierto Barranco del Fin del Mundo, sin muchos encadenes, y pasando del instituto al rocódromo, con ganas de llegar a casa, ver un par de vídeos de escalada, un episodio de 'Breaking Bad'... y tumbarme en la cama e imaginar que seguía ahí, apretando chorreras y echando unas risas... que al fin y al cabo es lo que nos gustaría estar haciendo a todos los escaladores, ¿verdad?






A MUERTE;)

lunes, 2 de septiembre de 2013

Cambiemos el chip...

Buenos días/ tardes/ noches, como bien dice el nombre de la entrada, después de esos mágicos 20 días escalando en el paraíso, Rodellar, mi familia me reclamó (cruelmente en mi opinión) para ir a Cantabria...muchos me decían: "Déjate de fanatismo, que por 10 días de descanso no pasa nada.."
Se equivocaban, porque mi desesperación llegó hasta tal punto, que tuve que recurrir a entrenar en una estructura metálica del jardín, y colgar cintas exprés para practicar chapajes...Porque ya me diréis que hago en una casa rural, sin piscina, ni playa, ni sofá, ni wifi, ni si quiera un puñetero armario para dejar la ropa de la maleta...Todo sumándole que 7 de los 10 días de estancia llovió de forma continua..en fin!
No podía más..sin escalar tanto de seguido, y sin ni siquiera playa, nada más llegar a Madrid a eso de las 7:30, cogí los gatos y me fui a espacio-acción, a desahogarme a bloques y ponerme delante del aire acondicionado!

La siguiente semana la dediqué a recuperar fuerza en el rocódromo a base de bloques super-duros y super-locos, con lances a dos presas en la mitad, cambiando de plafón, dinámicos a hombros malísimos...también mucho estiramiento para recuperar un poco de flexibilidad, que mal no viene..de todo menos conti, que era lo que más necesitaba, pero el calor de Madrid me lo impidió, a parte de la pereza!
Muchos días sin mi preciada roca (quitando el día que íbamos a ir a Tamajón, pero nos quedamos tirados con el coche sin batería ni alternador a unos 15 minutos de nuestro destino...en fin).
Pues eso, de todo menos escalar!

 Pero la sequía terminó un día 11 de agosto cuando cogí un AVE a Huesca, donde me esperaba Octavio y sus padres, para pasar un par de días de Vadiello y el resto de la semana en su casa de Pirineos, en Castejón de Sos, del Valle de Benasque..todo para cambiar el chip y hacer un poco de montaña, de clásica y de largos, que ya era hora.
Nos alojamos la primera noche en el Refugio El Pajar, lugar acogedor y buen sitio para pasar la noche si andas por esos lares. 
Ahí me hice con un 7c al segundo pegue y con un 7b a flash, que no está mal para 20 días sin roca. y después de un frío bañito en una poza del lugar, recogimos y pusimos rumbo a Benasque, al que llegamos de milagro por una gran tormenta en la que las gotas de agua, golpeaban el parabrisas como si de granizo se tratase.
A parte de un día en un sectorcillo de por ahí, no hicimos más deportiva, y dedicamos el tiempo a la montaña.
Un día fuimos a medio pescar medio hacer el dominguero al Ibón de Llosás, con una hora y media de aproximación, en la que no me cuesta admitir que sudé como negado para las caminatas que soy.
Yo pasé el día viendo como Octavio pescaba, durmiendo, y dándome un baño en una de las aguas más frías en las que me eh bañado, peor que en Galicia!
Ahí unas fotillos haciendo el tonto con la cámara!






Después de hacer un poco el vago, decidimos ponernos manos a la obra y investigar sobre un posible proyecto de dificultad sobre vía de largos, en un sitio muy poco transitado: El Congosto del Ventanillo, con un muraco de 150 metros, pero con zonas de roca mala, y una aproximación muy corta, pero intensa.
La vía elegida era parece ser la joya del muro, la Siglo XXI, que constaba de 6 largos de 7b+, 7b, 7b, 7c (a bloque), 7a+ y 6a..digamos que no muy fácil.
Pero de todos modos teníamos unas ganas increíbles. 
Teníamos un poco de información por parte de Citro (Carlos Logroño), que teníamos entendido que la hizo hace unos años, y que nos dijo que le entrásemos prontito a la pared, cuando aún diese la sombra...bueno, el caso es que por algún imprevisto (empanamiento más que otra cosa), llegamos ahí sobre las 10, y le daba de lleno el sol, y hacerla en esas condiciones era algo inhumano, así que esperamos a las 4 de la tarde que le diese la sombra y empezar con la escalada..





















Octavio se colocó todas las cintas y reunión y movidas, y se dispusó a escalar el primer largo con una dificultad de 7b+, duro en mi opinión, y que sacó sin encadenar, pero bien matizado para otro día. Oí la palabra ¡Reunión!, quité el grillo, cogí la mochila y comencé la ascensión.
Después de cargarme el 2º canto de la vía, seguí hasta el comienzo de lo duro,y empezó el desplome...claro esta, que como en vía de largos, no se puede gusanear, no podía caerme entre cinta y cinta, al no ser que pudiese luego hacer campus por la cuerda (que no es el caso)...así que apreté al máximo y me reuní con Octavio al final.
Cambio de material y me tocaba a mí escalar el segundo largo, de 7b. Apreté lo que no está nombrado para no caer entre la 1ª y 2ª cinta, que es muy malo para la cuerda, y seguí escalando, hasta que desesperado por un paso duro y la mala calidad de la roca (Octavio dice que exagero, yo creo que no), me colgué..después de un pegue en el que me dediqué a limpiar de arena y matojos la vía, y de romper todo lo que estaba a punto de romperse, llegué a la reunión con una idea: desde 2006 que la hizo Citro no ha ido ahí ni dios!

Haciendo un poco el tonto en la reunión!

 

La línea era muy buena, pero necesitaba ser escalada, después de un poco de agua y descanso, Octavio se puso en marcha con el siguiente largo, de la misma dificultad, el cual fue resolviendo rápidamente hasta llegar a la última cinta, con un paso bien duro con la cinta a un metro y medio de los pies, y de lado, así que no molaba caer. Después de unos cuantos intentos decidí intentarlo yo. 
El largo muy guapo, así de plaquita fina. Finalmente llegué al bloque, me situé con dos romos con la última cinta ya lejos, visualicé una regleta ínfima, puse el pié en adherencia, y rezando porque se quedase dinamicé a un agujero que gracias a dios, era bueno, y el canto de chapar la reunión.
Llegados a este punto nos pusimos a pensar..: Habeer, son las 9:30, se está haciendo de noche, y nuestras mentes brillantes se han dejado el frontal abajo, aún nos quedan tres largos (incluyendo el duro) y tenemos que hacer la movida del rápel, que como comprendereis no mola hacer a oscuras...quieras o no, la mejor opción fue una racional huída...
Ya con todo recogido volvimos al coche, donde nos esperaba Sonia, la madre de Octavio,  y un par de amigos para llevarnos a casa (ellos también se habían embarcado, porque se iban a meter a una vía de la zona, pero se metieron a otra mucho más dura, a la que se entraba rapelando y la única manera de salir era escalando...pero en fin, esa es otra historia).

Finalmente regresámos a Madrid, pero no por mucho tiempo, puesto que dos días después partiriamos de nuevo, a nuestro particular Jardín del Edén, nada más y nada menos que (redoble de tambor)....Cha Nán!!! Rodellar!!!
Lo se, suena un poco repetitivo, pero es que me gusta demasiado, por las razonas que os conté en entradas anteriores, no me voy a enrollar más...TO BE CONTINUED......
y A MUERTE;)